La mayoría de los hogares en el mundo actual tienen refrigeradores, pero la necesidad de mantener los alimentos a temperaturas más bajas no es nueva. La gente recolectó hielo y nieve ya en el año 1,000 a. C. y hay evidencia escrita de que los antiguos chinos, judíos, griegos y romanos solían hacer esto. Pero, ¿qué hacían las personas que vivían en los desiertos? Algunos de ellos, como los persas, construyeron un mecanismo avanzado para este propósito particular.
Hacia el 400 a. C., los ingenieros persas habían dominado la técnica de almacenar hielo en pleno verano en el desierto. El hielo se traía durante los inviernos desde las montañas cercanas en grandes cantidades y se almacenaba en sus propios congeladores llamados Yakhchal o pozo de hielo.
Estos antiguos refrigeradores se usaban principalmente para almacenar hielo para el verano, así como para el almacenamiento de alimentos, en el clima cálido y seco del desierto de Irán. El hielo también se usó para enfriar golosinas para la realeza durante los calurosos días de verano y para hacer faloodeh, el postre helado persa tradicional.
En la superficie, la estructura se compone de una gran cúpula de adobe, que a menudo se eleva hasta 60 pies de altura. Debajo hay grandes espacios subterráneos, de hasta 5000 metros cúbicos, con un espacio de almacenamiento profundo. El espacio a menudo tenía acceso a un Qanat (un sistema dirigido por canales de agua de las montañas) o atrapavientos y, a menudo, contenía un sistema de atrapavientos que fácilmente podía bajar las temperaturas dentro del espacio a niveles gélidos en los días de verano.
Los Yakhchal tienen gruesos muros de adobe de hasta dos metros de espesor en la base, hechos de un mortero especial llamado mortero especial llamado sārooj, compuesto de arena, arcilla, clara de huevo, cal, pelo de cabra y ceniza en proporciones específicas, que actúa como aislante. Se pensaba que esta mezcla era completamente impenetrable al agua.
El enorme aislamiento y las continuas aguas de enfriamiento que bajan en espiral por su costado mantienen congelado el hielo almacenado allí en invierno durante todo el verano. Estas casas de hielo utilizadas en las ciudades del desierto desde la antigüedad tienen una zanja en el fondo para atrapar el agua que se derrite del hielo y permitir que se vuelva a congelar durante las frías noches del desierto. El hielo se rompe y se traslada a cavernas profundas en el suelo. A medida que entra más agua en la zanja, se repite el proceso.
Isfahan tenía muchos yakhchals y algunos de ellos eran para uso privado. Las tiendas de sorbetes y frutas en conserva con hielo y enormes trozos de hielo eran llevados por burros y vendidos por todas partes. El hielo también se puede comprar en el bazar o directamente del edificio del yakhchal. Los Yakhchals fueron los precursores de los sistemas de almacenamiento de energía térmica modernos.
Algunos de estos edificios fueron construidos tan bien que algunos de ellos aún se mantienen en pie. Uno de los Yakhchals que aún se mantiene en pie está en Kerman, ciudad capital de la provincia de Kerman, Irán. Tiene unos dieciocho metros de altura. Pero es uno de los raros yakhchals sobrevivientes.
Con el tiempo, fueron reemplazados por modernos refrigeradores, congeladores y acondicionadores de aire eléctricos debido a muchas razones diferentes, como accesibilidad, practicidad y muchos problemas de riesgo para la salud. Además, las tormentas del desierto erosionaron muchos edificios de Yakhchal, especialmente los que estaban al aire libre en las regiones desérticas.
