En 2008, un estudio científico reveló un hecho asombroso sobre los humanos paleolíticos: varias pinturas rupestres, algunas de las cuales tenían una antigüedad de 40,000 años, eran en realidad productos de una astronomía compleja que nuestros antepasados primitivos habían adquirido en un pasado lejano.
Las pinturas antiguas que se pensaba que eran símbolos de animales prehistóricos son en realidad mapas estelares antiguos, según revelaron los expertos en su fascinante descubrimiento.
El arte rupestre temprano muestra que las personas tenían un conocimiento avanzado del cielo nocturno en la última edad de hielo. Intelectualmente, apenas se diferenciaban de nosotros hoy. Pero estas pinturas rupestres en particular revelaron que los humanos tenían un conocimiento sofisticado de las estrellas y constelaciones hace más de 40,000 años.
Fue durante la Edad Paleolítica, o también llamada Edad de Piedra Antigua, un período de la prehistoria que se distingue por el desarrollo original de herramientas de piedra que cubre casi el 99% del período de la prehistoria tecnológica humana.
Mapas estelares antiguos
Según el revolucionario estudio científico publicado por la Universidad de Edimburgo, los humanos antiguos controlaban el paso del tiempo observando cómo las estrellas cambiaban de posición en el cielo. Las antiguas obras de arte, que se encuentran en varios lugares de Europa, no son simplemente representaciones de animales salvajes, como se pensaba anteriormente.
En cambio, los símbolos de animales representan constelaciones de estrellas en el cielo nocturno. Se utilizan para representar fechas, marcando eventos como colisiones de asteroides, eclipses, lluvias de meteoritos, amanecer y atardecer, solsticios y equinoccios, fases lunares, etc.
Los científicos sugieren que los pueblos antiguos entendieron perfectamente el efecto causado por el cambio gradual en el eje de rotación de la Tierra. El descubrimiento de este fenómeno, llamado precesión de los equinoccios, se atribuyó previamente a los antiguos griegos.
Uno de los investigadores principales, el Dr. Martin Sweatman, de la Universidad de Edimburgo, explicó: “El arte rupestre temprano muestra que la gente tenía un conocimiento avanzado del cielo nocturno en la última edad de hielo. Intelectualmente, no eran diferentes a nosotros hoy. TEstos hallazgos apoyan una teoría de los impactos múltiples de los cometas a lo largo del desarrollo humano y es probable que revolucionen la forma en que se ven las poblaciones prehistóricas ”.
Conocimiento sofisticado de constelaciones.
Expertos de las universidades de Edimburgo y Kent estudiaron una serie de artes de renombre en antiguas cuevas ubicadas en Turquía, España, Francia y Alemania. En su estudio en profundidad, habían alcanzado la era de esas artes rupestres al fechar químicamente las pinturas utilizadas por los humanos antiguos.
Luego, utilizando software de computadora, los investigadores predijeron la posición de las estrellas exactamente cuando se hicieron las pinturas. Esto reveló que lo que pudo haber aparecido antes, como representaciones abstractas de animales, puede interpretarse como constelaciones tal como surgieron en el pasado distante.
Los científicos concluyeron que estas increíbles pinturas rupestres son una clara evidencia de que los humanos antiguos practicaron un método sofisticado de cronometraje basado en cálculos astronómicos. Todo ello, aunque las pinturas rupestres estuvieron separadas en el tiempo por decenas de miles de años.
"La escultura más antigua del mundo, el Hombre-León de la cueva Hohlenstein-Stadel, del 38,000 a. C., también se consideró compatible con este antiguo sistema de cronometraje". revelaron los expertos en un comunicado de la Universidad de Edimburgo.
Se cree que la misteriosa estatuilla conmemora el impacto catastrófico de un asteroide que ocurrió hace unos 11,000 años, iniciando el llamado Evento Younger Dryas, un período de enfriamiento repentino del clima en todo el mundo.
"La fecha grabada en la 'Piedra Buitre' de Gobekli Tepe se interpreta como 10,950 AC, dentro de 250 años ", explicaron los científicos del estudio. "Esta fecha está escrita usando la precesión de los equinoccios, con símbolos de animales que representan constelaciones estelares correspondientes a los cuatro solsticios y equinoccios de este año".
Conclusión
Entonces, este gran descubrimiento revela la verdad de que los humanos tenían una comprensión compleja del tiempo y el espacio miles de años antes que los antiguos griegos, a quienes se les atribuye los primeros estudios de la astronomía moderna. No solo estos, hay varios otros casos, como el Planisferio sumerio, la Disco Nebra Sky, Tablilla de arcilla babilónica etc., lo que implica un conocimiento más sofisticado de la astronomía moderna que nuestros antepasados adquirieron una vez.