La Tierra es el único planeta del que estamos seguros que puede albergar una especie tecnológicamente avanzada, pero se ha prestado poca atención a la posibilidad de que, durante 4.5 millones de años, nuestro mundo haya producido más de una civilización industrializada.
El climatólogo Gavin Schmidt, director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, junto con Adam Frank, un científico de la Universidad de Rochester, decidieron investigar esta suposición y escribieron juntos un artículo , que son "La hipótesis del Silúrico: ¿sería posible detectar una civilización industrial en el registro geológico?"
El término "Silúrico" fue tomado de la serie británica de ciencia ficción "Doctor Who“, que hace referencia a una raza reptiliana que vivió en la Tierra millones de años antes del surgimiento de nuestra propia sociedad.
Publicado en el International Journal of Astrobiology, el artículo describe el tipo de firma que puede dejar una especie tecnológicamente competente. Schmidt y Frank utilizan trazas proyectadas del Antropoceno, la era actual en la que la actividad humana está influyendo en los procesos planetarios, como el clima y la biodiversidad, como una guía de lo que podríamos esperar de otras civilizaciones.
Vale la pena recordar que es poco probable que cualquier estructura reveladora masiva permanezca preservada durante decenas de millones de años de actividad geológica, esto se aplica tanto a la civilización humana como a cualquier posible precursor "Silúrico" en la Tierra.
En cambio, Schmidt y Frank proponen la búsqueda de signos más sutiles, como subproductos del consumo de combustibles fósiles, eventos de extinción masiva, contaminación plástica, materiales sintéticos, sedimentación interrumpida del desarrollo agrícola o deforestación e isótopos radiactivos potencialmente causados por detonaciones nucleares. .
"Realmente tienes que sumergirte en muchos campos diferentes y reunir lo que puedes ver". dijo Schmidt. “Se trata de química, sedimentología, geología y todas estas otras cosas. Es realmente fascinante ”, él agregó.
Ecuación de Drake
El artículo de los científicos vincula la hipótesis silúrica con la Ecuación de Drake, que es un enfoque probabilístico para estimar el número de civilizaciones inteligentes en la Vía Láctea, desarrollado por el famoso astrónomo Frank Drake en 1961.
Una de las principales variables de la ecuación es el tiempo que las civilizaciones pueden transmitir señales detectables. Una razón propuesta para no poder entrar en contacto con una especie exótica es que esta variable de duración puede ser extremadamente corta, ya sea porque las civilizaciones tecnológicamente avanzadas se autodestruyen o porque aprenden a vivir de manera sostenible en sus mundos de origen.
Según Schmidt, es posible que el período detectable de una civilización sea mucho más corto que su longevidad real, porque nosotros, la humanidad, no podemos durar mucho haciendo el tipo de cosas que estamos haciendo. Paramos porque la cagamos o aprendemos a no hacerlo.
De todos modos, la explosión de actividades, el desperdicio y las cantidades masivas de pistas son, de hecho, un período de tiempo muy corto. Tal vez sucedió mil millones de veces en el Universo, pero si solo durara 200 años cada vez, nunca lo observaríamos.
Hipótesis Silúrico
La misma lógica es válida para cualquier civilización anterior que pueda haber aparecido en la Tierra, solo para colapsar en ruinas o reducir las actividades que amenazan su vida útil. Definitivamente, hay algunas lecciones no tan sutiles que los humanos pueden extraer de este camino bifurcado que es, después de todo, una versión industrial del viejo mantra evolutivo: Adaptarse o morir.
Este, para Schmidt y Frank, es uno de los temas centrales de la hipótesis Silúrico. Si podemos reflexionar sobre la posibilidad de que no seamos los primeros terrestres en producir una civilización tecnológicamente avanzada, tal vez podamos apreciar mejor la precariedad de nuestra situación actual.
"La idea sobre nuestro lugar en el Universo ha sido este distanciamiento progresivo de nosotros mismos del estudio", dijo Schmidt, citando creencias obsoletas, como el modelo geocéntrico del Universo. "Es como una retirada gradual de una visión totalmente egocéntrica, y la hipótesis Silúrico es en realidad una forma adicional de hacerlo".
“Necesitamos ser objetivos y estar abiertos a todo tipo de posibilidades, si podemos ver lo que el Universo realmente tiene que ofrecernos”. Schmidt concluyó.
