A 4,000 km río arriba se llega a las estribaciones de los Andes en Perú, y allí vivía la gente de los Chachapoya, también llamada "Los guerreros de las nubes".
Hay poco conocimiento de primera mano o contrastante de los Chachapoyas. Mucho de lo que sabemos sobre la cultura Chachapoyas se basa en evidencia arqueológica de ruinas, cerámica, tumbas y otros artefactos.
Una de las ciudades más pobladas de Chachapoya se encuentra a 3,000 metros de altura y muestra que sus habitantes fueron grandes constructores y probablemente gobernaron un vasto imperio. Los análisis de radiocarbono (Carbono-14) fechan la mayor parte de la construcción alrededor del 800 d.C., excepto la entrada principal que data del 500 d.C.
En toda América no existen construcciones similares, pero sí entre los pueblos celtas de Europa, especialmente en los antiguos asentamientos celtas de Galicia. Algunos cráneos de Chachapoya muestran evidencias de que se les han realizado trepanaciones, a las que los pacientes han sobrevivido. Esta práctica quirúrgica ya era conocida en el Mediterráneo donde se describe alrededor del 500 a. C., y se han encontrado cráneos celtas trepanados en yacimientos austriacos.
El reino de los Chachapoya estaba en el oriente peruano, lejos del área de influencia del Imperio Inca. Aunque sus entierros solían tener lugar en el interior de las casas, costumbre compartida con los celtas, también hacían entierros en los acantilados de abruptos acantilados, y han dejado pinturas de personas con complejos y espectaculares tocados. Los celtas también representaron a sus dioses con tocados similares.
El clima de la zona trae tormentas muy frecuentes que provocan deslizamientos de tierra capaces de enterrar las ciudades que se encontraban en los valles, por eso los Chachapoyas optaron por construir en las cimas de las montañas. Durante las lluvias torrenciales, se descubrió un entierro a 2,800 m y los arqueólogos pudieron recuperar más de 200 momias que habían sobrevivido a las tormentas y saqueos.
El análisis de los huesos ha revelado que muchos Chachapoyas padecían enfermedades como la tuberculosis, que siempre se había pensado que habían sido introducidas en América por los españoles después del Descubrimiento, pero esto muestra que los Chachapoyas ya la padecían muchos siglos antes. Esto ha llevado a pensar que los Chachapoyas eran descendientes de un pueblo europeo que llegó a América muchos siglos antes que Colón.
Y era un pueblo guerrero, muchos esqueletos muestran que murieron por fracturas de cráneo y tuvieron muertes violentas. Y sus armas más comunes para atacar a distancia eran las hondas, muy diferentes a las que se encuentran en la parte Inca del Perú pero muy similares a las hondas celtas de las Islas Baleares.
Un hondero balear, campeón del mundo de tiro con honda, examina una honda Chachapoya y asegura que son prácticamente idénticas a las tradicionales honda baleares.
Los rasgos de Chachapoyas
Algunos descendientes de los Chachapoyas conservan características físicas que los diferencian de otras tribus amazónicas o incas. Tienen la piel más clara y muchos son rubios o pelirrojos, contrastando con la tez cobriza y el cabello negro del resto de tribus sudamericanas. Algunos de los primeros exploradores españoles ya presenciaron esas diferencias que hicieron a los Chachapoyas más parecidos a los europeos que a los sudamericanos.
Se han analizado muestras de saliva de niños con estas características físicas en el Instituto de Genética Molecular de Rotterdam. Aunque la mayor parte de su genoma es genuinamente nativo de América del Sur, algunos incorporan entre un 10 y un 50 por ciento de genes de origen celta, específicamente de Inglaterra y Galicia.
¿Los chachapoyas descendientes de tribus celtas se embarcaron en barcos cartagineses que cruzaron el Atlántico al huir del ejército romano?
A pesar de varios indicios que apuntan a esta posibilidad, lo cierto es que no hay pruebas concluyentes. Quizás nuevos estudios arqueológicos o genéticos lo confirmen, pero algunos arqueólogos y estudiosos de los Chachapoyas ya están convencidos de ello.
